Probamos el Acarajé Bahiano
- Admin
- 12 dic 2017
- 2 Min. de lectura
Siempre que viajamos a algún lugar una de las primeras cosas que hacemos es investigar sobre las comidas típicas del lugar al que vayamos. Creemos que es una de las varias formas que existen para internarse en la cultura popular, y en Salvador no hicimos la excepción.

La herencia africana soteropolitana (sí, la gente de la ciudad de Salvador son “soteropolitanos” y por ende son “bahianos” porque Salvador queda dentro del estado de Bahia, ¿me explico?” no la vemos solamente en ver una infinidad de afrodescendientes que nos hace dudar si nuestro vuelo no se desvió hacia mamá África. Sus comidas más tradicionales nos hacen cruzar el Atlántico y nos interna directamente en el corazón del África que vio partir a millones de hijos durante las épocas de la conquista americana por los europeos y que nunca más pudieron regresar.

Es así como supimos que existía el acarajé. Súper popular, de hecho existen puestos callejeros de acarajé por todos lados. En Salvador se respira olor a acarajé en sus calles, desde el Pelourinho hasta Rio Vermelho, en todos los barrios van encontrar estos puestos que son atendidos por las baianas do acarajé, como el Acarajé da Dinha, Acarajé da Cira o Acarajé da Regina (por nombrar solo los más conocidos).

Es tan popular ésta especie de bola de feijão (poroto) fritado en aceite de dendé (aceite de palma), que está prohibido venderse en restaurantes o bares y solo pueden comprarlos en los puestos callejeros de las bahianas, consideradas una especie de eminencia en la materia y que velan porque no se pierda la receta en la historia. Su popularidad alcanza a todos sin importar clase social, edad, sexo o religión. Todos los soteropolitanos tienen su puesto de acarajé favorito donde van a comer sin importar la hora del día, o de la noche.

Sinceramente no sabemos cómo explicarles el gusto del acarajé, porque para nuestro paladar es un sabor nuevo. Consistente, olor fuerte, llenador y muy rico de sabor, quizás parecido a… A nada la verdad. Todavía no sabemos con qué relacionarlo, pero ahora sabemos que si algo huele o sabe parecido, podemos decir que es parecido al acarajé.

Si les sirve como consejo, pruébenlo, pero no en exceso si son de estómago sensible… Para que no les pase lo que a Lucho que comió un acarajé con camarones en la playa da Boa Viagem y tuvimos que terminar tomando un taxi directo al departamento en Rio Vermelho, y acuérdense que lo pueden comer acompañado de camarones fritos, en mano o en un plato.
Y ustedes, ¿Ya probaron el acarajé? ¿Les gustó? Comenten!














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